La Marea Blanca toma el hospital Clínico contra las privatizaciones
Cuatro de los participantes han comenzado una huelga de hambre en la segunda planta. El movimiento llevará su protesta hasta el día 31 y realiza acciones en distintos lugares de Zaragoza
La segunda planta del hospital Clínico Lozano Blesa, en Zaragoza, se ha convertido, desde las tres de la tarde del pasado lunes, coincidiendo con la Nochebuena, en otro foco de la Marea Blanca. Y durante el día de ayer 35 personas se dieron allí cita para encerrarse y protestar contra los recortes del Gobierno central en materia sanitaria. La idea es continuar en esta actitud hasta el día 31 de diciembre.
"En Nochebuena durmieron aquí 10 personas, pero esta noche serán más de 20", aseguró ayer Juana Moya, una de las personas que participan en la concentración, que explicó que cuatro de los congregados realizan un ayuno como forma de mostrar su desacuerdo con la política del Ejecutivo de Rajoy.
"A lo largo del día va y viene mucha gente", continuó Moya, que señaló que se ha organizado un taller de barro para niños y otras actividades. La organizadora explicó que la actitud adoptada por los representantes de los trabajadores, a los que se han unido usuarios y pacientes de la sanidad pública, "no se dirige solo contra la privatización de los hospitales y de los laboratorios".
"Estamos aquí también para protestar por los planes de cierre de los centros de salud de los pueblos y de los quirófanos por las tardes", subrayó Moya, que alertó del peligro que se cierne sobre los puntos de atención continuada de las zonas rurales.
La organizadora de la protesta señaló que ya se dejan sentir los efectos de los recortes del Gobierno en el campo de la sanidad. Y puso un ejemplo. Aseguró que, en el caso del servicio de Neumología del hospital Royo Villanova, se ha triplicado la lista de espera y que ha habido intervenciones que se han pospuesto dos meses.
"Se trata de un problema que atañe a toda la sociedad, por eso esta protesta no es una cuestión exclusivamente laboral", añadió Moya, que se desmarcó de los sindicatos y subrayó el hecho de que la Nochebuena los encerrados comieron frugalmente, a base de caldo, queso y fruta.
OCTAVILLAS "Habiendo compañeros en huelga de hambre no era cuestión de sacar unos langostinos", bromeó Ana Asensio, otra de las encerradas.
Durante el día de hoy, la Marea Blanca proseguirá sus actividades. Así se ha previsto que a las 8 de la mañana se realice un acto a las puertas de las consultas del hospital Universitario Miguel Servet, donde se facilitará información a los pacientes sobre los recortes que el Gobierno del Partido Popular está llevando a cabo en la sanidad pública y la medida en que estos afectan a los usuarios.
En este sentido, ha sido fundamental la participación de personas mayores que se han adherido al movimiento y que han elaborado una serie de octavillas en las que se enumeran y explican los cambios que está sufriendo la atención sanitaria y en qué medida afectan a los ciudadanos.
Por otro lado, a las cinco de la tarde de hoy, la Marea Blanca continuará con su campaña informativa a los ciudadanos en la plaza de España, con el fin de dar a conocer sus objetivos y motivaciones al mayor número posible de usuarios.
Los encerrados reciben el apoyo de numerosas personas que recalan en la segunda planta del hospital y ofrecen su ayuda.
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