martes, 22 de enero de 2013

Guantánamo sigue sin cerrarse pero EEUU sigue dando lecciones


Se cumplen 4 años de la orden de cerrar la base naval de EEUU en Guantánamo

Este martes se cumplen cuatro años desde que el presidente de EE.UU., Barack Obama, ordenó el cierre de la prisión de Guantánamo en un plazo menor a un año. La cárcel sigue funcionando.

Obama inicia oficialmente su segundo mandato bajo la sombra de las promesas incumplidas durante su primer período. El cierre de la prisión de Guantánamo es una de ellas. Algo que según los expertos seguirá sin cumplirse.

Es el único lugar en la isla socialista donde hay un McDonald’s. Y es que el rumor sobre el restaurante parece ser una excepción en la avalancha de información sobre la cárcel de Guantánamo que conmueven al mundo.

“Los encapuchan, ya se sabe lo que ha pasado en los años anteriores, los desnudan. Para un ser humano es humillante. La comida sí es pésima, es lo que he oído, es algo como un campo de concentración. Es una zona vedada para nosotros totalmente y todo lo que se habla es muy desagradable”.

Son los rumores que circulan entre los isleños.

Promesas sin cumplir

Con el tiempo quedó claro que lo que hablaba la gente era verdad. La tristemente célebre cárcel de Guantánamo debería haber sido cerrada hace varios años. Por lo menos, eso es lo que esperaban los estadounidenses de Barack Obama cuando votaron por él en 2008. Fueron muchos los que creyeron en su promesa preelectoral.

Sin embargo, esas puertas no son nada fáciles de cerrar. Obama no solo no pudo hacerlo durante su primer mandato, sino que además el pasado 2 de enero firmó la ley de la Autorización de Defensa Nacional que, según algunos analistas políticos, hace la clausura de esta institución penitenciaria prácticamente imposible.

“Hay una cláusula que dice que no se podrá tomar financiamiento de ese presupuesto para trasladar presos de Guantánamo a otro país ni para los mismos Estados Unidos. Por lo tanto ya tenemos que tomar en consideración que durante el 2013 la cárcel va a estar ahí, los presos van a estar ahí y no va a haber posibilidad de que la cierren”, relató el analista político Néstor García Iturbe.

La cárcel de Guantánamo se encuentra en el territorio de la base militar que fue instalada por EE.UU. en Cuba hace más de un siglo. Mientras que Washington justifica su presencia en la isla caribeña con un acuerdo firmado entre los dos países en aquel entonces, La Habana insiste en que ese documento fue pactado bajo presión y denuncia la ilegalidad del centro.

“La base naval de Guantánamo que se encuentra en Cuba en estos momentos no tiene ninguna importancia desde el punto de vista militar. Desde hace muchos años EE.UU. está consciente de que la base como tal no tiene un uso ampliado, como lo tuvo en el siglo pasado. Por esa razón la base se ha mantenido más que todo por problemas políticos. Para ningún presidente de EE.UU. entregar el espacio que ocupa la base en estos momentos al Gobierno de la república de Cuba puede ser una opción viable. Esto sería evidentemente un suicidio político. Las fuerzas de derecha de EE.UU. reclamarían esta acción como una concesión al Gobierno cubano”, explicó el analista militar David Urra.

“Despilfarro vergonzoso”

Actualmente en la cárcel en Guantánamo están recluidas 166 personas. A muchas de ellas ni siquiera se les han presentado cargos. Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos, incluso Amnistía Internacional, acusan al Gobierno estadounidense de torturar tanto física como psicológicamente a los reos. Además del aspecto moral, esta prisión resulta ser un enorme gasto para los contribuyentes de EE.UU. Cada interno le cuesta al presupuesto estatal unos 800.000 dólares al año contra los 35.000 con los que se mantiene un preso en los establecimientos penitenciarios en territorio estadounidense.

Mientras que para algunos ciudadanos la financiación de la cárcel de Guantánamo es solo un despilfarro y un hecho vergonzoso, para los cubanos el funcionamiento de este penal viola la soberanía de su país. Y aunque numerosos activistas de todo el mundo llevan más de 10 años exigiendo la clausura de este centro de reclusión, hoy en día poca gente cree que la promesa de cerrarlo se cumpla algún día.

Sistema ilegal y genocida de EE.UU.

“EE.UU. se opone a cerrar Guantánamo porque así quiere mandar al mundo el mensaje de que es capaz de hacer todo lo que quiere: incluso violar las leyes internacionales”. Al menos así opina el analista político y escritor Adrian Salbuchi.

“Lo que estamos viendo es la voluntad de EE.UU. de mantener un sistema absolutamente ilegal y genocida, vulnerando los derechos humanos más allá de la opinión que pueda tener un circunstancial ocupante de la Casa Blanca como es Barack Obama”, afirmó el experto.

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