jueves, 25 de abril de 2013

Carta abierta a Julián Buey ¿Desahucios? Ni en tu casa ni en la mía


Carta abierta a Julian Buey
¿Desahucios? Ni en tu casa ni en la mía

Estimado Julián Buey:

No te sorprenderá  que, modestamente, como activista de Stop Desahucios me dirija a ti a través de esta misiva. Ya hemos intercambiado argumentos gruesos a través de las redes sociales. Me hubiera gustado no tener que escribir estar líneas, pero no puedo pasar por alto el artículo que firmas y que aparece en tu blog con el título “¿Escrache? Ni en tu casa ni en la mía”. Al día siguiente el mismo artículo aparece en El Periódico de Aragón, era 15 de abril(1). Desgraciada coincidencia con el anuncio -a bombo y platillo- por parte de la Delegación del Gobierno de la apertura de expediente sancionador -y envío del expediente a fiscalía- contra “los 51 de Zaragoza” por participar en un escrache totalmente pacífico y desarrollado en la vía pública. El objetivo del mismo era apelar a la conciencia personal de Eloy Suárez, diputado del PP por Zaragoza.

Resulta obvio que no respondo a todo tipo de artículos y opiniones al respecto, pero tú representas a CC.OO. en Aragón. No voy a explicar todos los motivos por los que valorar a CC.OO., ni a ti como su Secretario General en Aragón. Pero tampoco puedo ocultar que desde mi primera nómina cuando tenía 17 años me afilié al sindicato. Someramente te diré que para mi CC.OO. es el mismo sindicato que se forjó en la lucha contra el franquismo, el mismo sindicato que organiza piquetes, el mismo que cuando toca en las cuencas o astilleros corta carreteras y el mismo sindicato en el que se organizan los trabajadores para defender sus intereses junto al resto de su clase. Si el sindicato somos otra cosa en estos momentos no será por falta de tradición combativa.
En la primera parte de tu artículo estoy más o menos de acuerdo, añadiría dos cuestiones que no considero secundarias en tu análisis:

1º El estado actúa de forma violenta contra los desahuciados invadiendo sus viviendas en nombre de una criminal Ley Hipotecaria y sirviéndose del aparato judicial y policial para aplicarla.
2º Políticamente se podían haber evitado los desahucios. Tienen nombres y apellidos los responsables de la situación, pasada, presente y futura. Este genocidio financiero no ha caído del cielo, no es una maldición divina.

Incluir estos dos elementos en tu artículo te diferenciarían de toda la caterva de personajes mediáticos, que dicen defender nuestros objetivos para después atacar los medios por los cuales intentamos conseguirlos. Tu artículo se mezcla irremediablemente con los argumentos de los que han criticado las paralizaciones de desahucios, las ocupaciones de oficinas bancarias y ahora como no: los escraches. ¿Necesitan los bancos y los políticos que los representan en las instituciones la solidaridad del Secretario General de CC.OO. Aragón?

Con tu artículo te sumas a esos que cínicamente nos marcan un camino que nos lleva a la espera de próximas elecciones, es decir, a seguir viviendo un drama social en lo cotidiano, hasta que su señorías convoquen elecciones. Los afectados por la hipoteca (entre otros muchos sectores) no pueden permitirse ese lujo, no pueden esperar más, hay vidas en juego. Resulta desafortunada tu coincidencia con estos “opinadores“ profesionales que basándose en los mismos argumentos “democráticos” critican las Huelgas Generales, los piquetes por violentos y a los sindicatos por ser estructuras de liberados ajenas a los intereses de los trabajadores. Los mismos que nos acusan a nosotros de utilizar métodos terroristas por los escraches pacíficos, lo hacen con los sindicatos por los piquetes. Tirar piedras contra  el propio tejado del sindicato y nuestros métodos de lucha no parece la mejor estrategia a seguir.

Al final, nadie está de acuerdo con los desahucios, pero se siguen dando. No es serio el fariseísmo de aquellos que con sus votos garantizan que las cosas sigan igual. Aquellos que les molesta ser interpelados por un grupo de personas pacíficas, son los mismos que con su voto condenan a la exclusión social a miles de personas, incluidos niños y ancianos. Además lo hacen para defender los intereses de la minoría más poderosa de la sociedad. Si, Julián, son los mismos que nos han traído hasta aquí y que defienden recortar aún más los derechos de los trabajadores. Ya te decía que esto no es un designio de un libro sagrado, son las consecuencias de las políticas mantenidas por los gobiernos que se han sucedido en este régimen de apariencia democrática.

Que ejecuten tu hipoteca y te echen de tu piso, esto sí que es quedar señalado, además de señalar a toda la familia de los afectados, y dejar a la gente endeudada de por vida. Por eso no entiendo que de forma equidistante plantees como argumento negativo que los escraches “afectan a su entorno familiar y personal” y a su “vida privada” en referencia a los diputados del PP que se han cargado recientemente la ILP. Seamos serios, los diputados del PP hacen vida normal, no sufren ningún acoso o coacción. Nadie ha invadido ningún domicilio, nadie ha intervenido en la intimidad de los diputados. No nos interesa su vida personal, aunque pensamos que ellos si que deberían de mostrar interés y respeto por las historias personales que tratamos de trasladarles. Solo queremos el contacto de afectados con diputados, queremos que les escuchen, incluso les hemos invitado una y mil veces para que acudan a nuestras asambleas. No hay que ser más papista que el Papa. El propio José Cruz Pérez Lapazarán -diputado del PP por Navarra- reconocía al “sufrir” un escrache: “así sí se puede dialogar".

Nos dirán que aludir a los suicidios es demagogia, no lo es para las más de 100 personas y sus familias que en el 2012 no vieron otra salida al desahucio que quitarse la vida. Dirán cínicamente que son una minoría de casos. Pero la tensión, la desesperación o la depresión profunda generados por la actual situación no son minoritarios. Solo iniciativas como las PAH y la campaña Stop Desahucios aportan esperanza a un conflicto convertido ya en un genocidio financiero que afecta a decenas de miles de familias. Te invito a ver los vídeos “de afectado a diputado” del escrache del pasado 9 de abril en Zaragoza(2), te invito a escuchar el mensaje de los afectados.

Cuánto le puede preocupar a alguien desahuciado molestar con su testimonio y un pequeño megáfono a los vecinos o al entorno familiar de aquellos que legislan para continuar con la situación. ¿Sabes cuántos desahuciados  han visto sufrir a sus hijos el trauma del “lanzamiento”, que los ven sufrir cotidianamente, y a los que solo les puede ofrecer como futuro la dignidad suficiente para luchar contra aquellos que los condenan a la miseria? ¿Qué otra cosa les queda? ¿Y qué otra opción tenemos los que les apoyamos?
Los escraches solo tienen de violentos la situación que denuncian,  en cuanto a lo de minoritarios es una evidencia -no son movilizaciones pretendidamente de masas-, pero también resulta evidente el gran apoyo popular que despiertan en la sociedad. La enorme influencia de la PAH y Stop Desahucios no se debe a cuantos somos, si no a que apuntamos directamente a los responsables y les hacemos frente con lo único que tenemos: nuestros cuerpos y nuestras voces. Si miramos las encuestas , el apoyo a esta medida de presión pacífica es mayoritario por encima del 60% en todos los casos. Metroscopia (abril del 2013) cifraba el apoyo en un 78%. Y eso después de una dura y sucia campaña de desprestigio. Seguramente los porcentajes serán mayores entre los  afiliados de CC.OO., aunque no lo podemos saber. Eso si, ya sabemos que su Secretario General en Aragón no los apoya. ¿En qué lugar coloca esta posición al sindicato?

Es cierto que las PAH y Stop Desahucios no contamos con la tradición, historia, aparato y capacidad de movilización de CC.OO., no tenemos empacho en reconocer nuestras debilidades o la modestia de nuestra organización basada en asambleas. Es por ello que llamamos a los cuadros de las organizaciones sociales y sindicales a participar activamente en la campaña en Aragón, en las asambleas, asesorías, movilizaciones... Todo el mundo que quiere colaborar es más que bienvenido y necesario. Pero admitiendo lo precario de nuestro movimiento, lo que si que conocemos es el apoyo que despierta la PAH, según la última encuesta realizada para la Cadena Ser, es la “organización” más valorada y cuenta con un apoyo del 79% de la población -según otras encuestas el apoyo se sitúa en el 90%-. Entendiendo la dificultad del trabajo sindical y respeto hasta al infinito a los cuadros honrados del sindicato, pero probablemente con una actitud más combativa y decidida de sus dirigentes, el apoyo que recibirían los sindicatos sería mayor del que las mismas encuestan parecen indicar y del que todos percibimos en las movilizaciones.
Por suerte o por desgracia se ha terminado la época del “pacto social”. Nos están atacando en todos los campos de batalla posible. La ya vieja fórmula de confrontar para negociar y arrancar conquistas ha sido sustituida por la de movilizarse para después en la negociación perder lo menos posible. Eso ya no sirve, solo da como resultado derrotas. Los de arriba nunca se conforman, en cuanto pueden vuelven a atacarnos entrando en un bucle en el que lo que se repite es el retroceso económico, político o social. Cada día que pasa sin que cambiemos esto más gente irá directa a la miseria, amén del empobrecimiento general que sufrimos.

La PAH o Stop Desahucios no puede negociar, sus reivindicaciones son claras y concretas, son lo mínimo exigible. Los derechos humanos no se discuten, simplemente se defienden. Esa es una lección de este movimiento de protesta: si hay leyes criminales que amparan a quienes conculcan los derechos humanos más elementales (como el derecho a una vivienda), esas leyes deben de ser desobedecidas hasta su derogación. No caben fotografías con el gobierno, ni cortesías, ni pequeños avances, es una lucha dura y desigual; pero transmitimos a la sociedad que seguiremos en ella hasta conseguir nuestros objetivos. Nadie dirá que hay desahucios “porque la gente no hizo nada”. La gente estamos haciendo historia.
No me voy a alargar más, espero que reconsideres tu posición respecto a los escraches, y que ni por asomo nadie pueda pensar que avalas la represión que está sufriendo el movimiento en estos actos. Además existen canales de comunicación directos, y siendo CC.OO. parte del grupo promotor de la ILP, no tiene ningún sentido que el Secretario General de CC.OO. Aragón ajuste sus diferencias mediante artículos que no hacen más que dar munición a quien impide la aprobación de la dación en pago retroactiva, el alquiler social y la moratoria de desahucios.

Tú y quien considere puede participar en estos actos para ver que no son violentos. El único riesgo que corres es que te identifiquen y te multen por manifestarte en la vía pública. Y si no se quieren asumir riesgos se puede acudir a nuestro blog (www.stopdesahucioszaragoza.es) y mirar en que consisten nuestras movilizaciones y acciones.

Pablo Hijar
Activista de Stop Desahucios Zaragoza y afiliado de CC.OO.

1. Artículo de Julian Buey, Secretario General de CC.OO. en Aragón, publicado el 15 de abril en El Periódico de Aragón.


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