viernes, 8 de febrero de 2013

Yo no tengo cuentas en Suiza


Vivimos tiempos tan mal educados y mezquinos que en este país las dos figuras supuestamente más importantes están dejando un rastro de baba codiciosa tras de sí. Dejando claro que el pueblo es quien tiene la soberanía, o debería tenerla que no es el caso, los dos personajes centrales de nuestro momento político son un caduco rey que grazna ternura y perdones para salvaguardar su trono, y un desconocido Presidente del Gobierno que no comparece ni gestiona nada obedeciendo órdenes de la troika. A ambos, según las últimas informaciones, los han estafado y engañado sus propios acólitos en estafas multimillonarias sin que ellos se hayan enterado de nada de nada.

La justicia necesita una media de entre 10 y 15 años para entrar a cuchillo en casos de corrupción, para acabar perdonando finalmente. La prensa tira del hilo de los temas relativos al robo hasta desgastar los nombres de los cabecillas transformando el rendimiento de sus páginas hasta más no poder. Los responsables directos de Urdangarín y Bárcenas piensan que con la callada por respuesta todo se olvidará. Esa es la ceremonia que tantas veces se ha repetido en estos lares. Aquí no pasa nada, cuando pase un tiempo todo olvidado, cada uno a su casa sin pena de cárcel y el dinero de todos los ciudadanos de este país propiamente no aparece. Piensan que con bipartidismo no hay problema, hoy robas tú y mañana yo.

Y claro, a uno le da por pensar si esto es frenable, porque punible lo es tanto moral como legalmente, si esto somos capaces de cortarlo como sociedad mayúscula del primer mundo que dicen que somos. Y uno termina por responderse que no es tan complicado, para nada. Yo no tengo cuentas en Suiza. La clave de todo es que si no hay mercado para el robo no habrá robo. Si seguimos soportando que existan paraísos fiscales, seguirán existiendo alimañas detrás de la carnaza que les proporcionemos con nuestros impuestos. La transparencia es algo que no ha interesado ni interesa en el seno de los dos grandes partidos de este país, PP y PSOE, que ha politizado todo hasta el punto de no dejar ni a la justicia como poder separado dispuesto a actuar.

En este juego de robos y sobres, el primero que ose tocar su estructura será eliminado y vapuleado de alguna insidiosa manera. Necesitamos jueces valientes que habrán procesos, necesitamos figuras dentro de la justicia que pongan en aprietos a los dirigentes de este país que ponen trabas a que todo se vea de pe a pa sin problemas en unas cuentas a disposición de todos. En cuanto alguna figura de esas asoma la cabeza, la gran entente entre grandes partidos, PPSOE, saca las garras y corta la cabeza del susodicho dando lugar a un listado de magistrados que tanto decepciona una y otra vez..

Y en ese cuadro ya pintado, donde se cambia la constitución para apoyar a los estafadores de la banca y no para hacer de nuestra sociedad un lugar más solidario y justo, equitativo y plural, somos los trabajadores  y trabajadoras unidos a los que quieren trabajar y no pueden, y como no naturalmente atados a los ancianos y jóvenes, los que tenemos que cambiar el destino de nuestros días despertando ante la miseria ética de algunos políticos que han jugado al Monopoli con nuestras vidas.

La alternativa en unas elecciones anticipadas más que necesarias será una Izquierda Unida que sí que habla de esto de lo que habla este artículo. Una Izquierda Unida que sí que conoce y describe la necesidad de articular un control exhaustivo y eficaz sobre las cuentas públicas y no públicas, siempre que atenten contra el bien común de todos los ciudadanos. La alternativa de la  que hablan, aunque no salga en los medios de comunicación mayoritarios, existe y es real en una España distinta donde no poder hacer trampas. Izquierda Unida habla de enterarse de lo que pasa a su alrededor e impedir la estafa evitando que le suceda como al rey y a Rajoy, que al parecer son tan tontos que no se han enterado de nada. Pues si son tan tontos no sé si merecen estar en esos puestos no vaya a ser que tampoco se enteren de lo que les quiere colar Europa. Un rey que en cuanto se entera de lo que hace su yerno en lugar de ir a la policía le advierte para que deje de hacerlo y un Presidente del Gobierno que no da la cara para cortar de raíz el problema de financiación de su partido no son dignos de la democracia que todos buscamos y que estamos responsabilizados en tomar en las urnas próximamente, no queda tanto. Mientras tanto hagámonos fuertes en la calle, lo que nunca nos podrán quitar.

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