Jose L. Centella Gomez, Secretario General PCE / 02 mar 14
La dramática situación que se vive en Ucrania, que está poniendo a esta nación al borde de la Guerra Civil, amenazando su integridad territorial, así como su existencia misma como Estado soberano, no tiene sólo un origen en la división interna entre partidarios de la integración en la Union Europea y quienes prefieren una Ucrania ligada a Rusia, sino que tienen un carácter ambiguo, ya que no podemos negar que la participación en ellos de gran cantidad de gente refleja el profundo descontento de una parte de la sociedad con la política del régimen de Yanukóvich y de su entorno, que han mostrado su incapacidad a la hora de gobernar el país, incumpliendo todas sus promesas preelectorales y abandonando cobardemente su puesto en el momento más difícil, lo que ha alejado de ellos a la mayoría de sus partidarios y electores.
Pero las manifestaciones no se explican solamente por ese descontento, ni tienen como ha denunciado Partido Comunista de Ucrania un carácter de confrontación de clases, esa lucha cruenta se ha producido entre dos grupos de la misma clase de explotadores, de los cuales la que se ha impuesto de forma violenta en un verdadero Golpe de Estado, ha sido el grupo que ha unido a las fuerzas proocidentales, y a los nacionalistas de ultraderecha. Estas fuerzas han sabido hábilmente utilizar el descontento de la gente y con su ayuda consumar un golpe de Estado violento.
Al mismo tiempo, Occidente abiertamente, sin guardar las formas, se ha decidido por el apoyo directo a la actuación de las fuerzas ultraderechistas, primando los intereses de culminar una profunda transformación de la situación en Europa, con la pretensión de destruir los lazos económicos, culturales y sociales de Rusia con una parte del pueblo ucraniano, se trata de evitar la consolidación de Rusia como un contrapoder, que dispute la hegemonía en Europa del Este a la Troika y entregar Ucrania como un nuevo protectorado de los EEUU, y la OTAN, del FMI y de varias multinacionales, a traves de su sumisión a la UE
La actuación de los grupos ultraderechistas, encabezados por fuerzas abiertamente neonazis, y herederas ideológicas de las fuerzas nazis que ocuparon Ucrania durante la II Guerra Mundial, va acompañada por un nuevo y extremadamente peligroso resurgimiento de la violencia anticomunista, que se esta manifestando en la destrucción generalizada de los monumentos que todavía existían a Lenin, a los héroes de la II Guerra Mundial, junto con asaltos criminales a las sedes del Partido Comunista de Ucrania, en Kiev y en otras ciudades del País, llegando a la exigencia de prohibir la actividad del propio Partido Comunista, deja bien a las claras, la naturaleza de las fuerzas que se han hecho con el poder en Ucrania.
En consecuencia desde el Partido Comunista de España, realizamos una proclama de solidaridad con el Partido Comunista de Ucrania, denunciando la hipocresía y el cinismo de quienes han avalado cuando no alentado el Golpe de Estado llevado a cabo en Ucrania, exigiendo a la Unión Europea la máxima implicación en una solución pacifica, y democrática de la situación
Al mismo tiempo el PCE alerta del peligro que representan el avance de las fuerzas de carácter neonazi en Ucrania, alentadas por la complicidad de Occidente, denunciando lo que suponen de amenaza a la democracia real, a los derechos y libertades, no solo de la República de Ucrania, sino de toda Europa.
El PCE denuncia por último el intento del Capital Internacional de someter el futuro de Ucrania al mandato de la OTAN o el FMI, con lo que sabemos significa de crecimiento del desempleo, impago de salarios y pensiones, subida de precios, y el empobrecimiento generalizado de la mayoría de la población y reafirma su solidaridad con el pueblo ucraniano y con el Partido Comunista de Ucrania en su lucha por la paz, el bienestar y la soberanía e independencia de su País.
Fuente: http://pce.es/secretarias/secgeneral/pl.php?id=5504
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