Nunca sabremos si han sido mil o diez mil los estudiantes que hoy se han citado a las puertas del Campus Universitario de Zaragoza armados para la ocasión con un libro en la mano, y lo que es más peligroso para el poder, con armas de construcción masiva: la cabeza llena de ideas. Mañana los medios de la región darán cifras que probablemente no coincidirán entre sí, y que con toda seguridad no coincidirán con la realidad.
La realidad más allá de números, es que los estudiantes aragoneses, y nos consta que los de otros muchos puntos de todo el estado, lejos de amilanarse después de ver de lo que son capaces de hacer las tropas al servicio de las castas de la clase dominante, han vuelto a salir masivamente a defender la calidad de su educación y han decidido ocupar literal y legítimamente el único espacio donde estudiantes y trabajadores pueden ganar sus batallas: La calle.
Lo que en principio debía ser una concentración en la Universidad, se ha convertido en una manifestación en toda regla, que durante un par de horas a interrumpido el tráfico por la Avenidad de Fernando el Católico, la Gran Vía, donde se ha hecho una parada frente a la sede del PP para ver si allí alguien asumía su responsabilidad, cosa que por supuesto no ha ocurrido, continuando por el Paseo de la Independencia, calle Don Jaime I donde se ha llevado a cabo una sentada, para desembocar finalmente en la Plaza del Pilar y terminar la protesta a las puertas de la Delegación del Gobierno. En una escala de uno a diez, no hay número lo suficientemente alto como para valorar lo que hoy ha sucedido.
Desde algunos ambientes (no vale la pena mencionar cuáles) se está lanzando el mensaje de que la movilización estudiantil está politizada, que detrás están los partidos políticos de izquierda y los sindicatos. Tienen una mente tan obtusa que no son capaces de comprender que los universitarios y estudiantes de instituto, han salido del letargo al que les tenían sometidos, y que efectivamente han decidido hacer política, pero no la política de los partidos, (Que también es necesaria pero no tan importante) sino la política de la novena acepción del diccionario de la RAE, estos jóvenes saben lo que quieren, y saben que si esto realmente es una democracia, el poder esta primero en el pueblo, y después en el parlamento.
En definitiva, no debe ser muy cómodo estar ahora en la piel de los gobernantes del PP, porque cuando la universidad sale a la calle, el exilio es una posibilidad de futuro...
Más información sobre el tema en http://cepa-aragon.blogspot.com/
No podemos cerrar este post, sin nombrar el comportamiento una vez más ejemplar que han tenido nuestros representantes en el Congreso de los Diputados, donde el Secretario General del PCE José Luis Centella, el camarada de la UJCE Alberto Garzón, el camarada y coordinador federal de IU Cayo Lara, y el representante de la Izquierda de Aragón, Chesus Yuste, junto al resto del grupo parlamentario de IU, han mostrado unos carteles en los que se podía leer: "Valencia. Yo también soy el enemigo". Y aun habrá gente que dirá que todos los políticos son iguales...
Las fotos de hoy (excepto la del Parlamento claro) las aporta el camarada Raúl Álvarez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario